viernes, 15 de febrero de 2008
Nosotros también somos Comunicadores
Si nosotros somos los “comunicadores”, somos el “emisor de mensajes”, si la Iglesia es y quiere ser de veras “comunicadora” del mensaje de la salvación, del evangelio de Jesucristo, es indispensable que adecuemos nuestro lenguaje a la situación, a la cultura, a las exigencias que presenta la situación en la que se realiza la comunicación, los destinatarios de la misma.
Forma parte y deber de la profesionalidad de un comunicador, y más de un apóstol de la comunicación, no sólo el documentarse sobre el contenido que debe transmitir, sino también, en cuanto posible, informarse del grado de conocimiento, de la situación de las personas con las que nos comunicamos, para que haya por lo menos una buena o mínima posibilidad real de encuentro, de diálogo, de relación interpersonal, desde donde sea más fácil caminar juntos, evangelizar y ser evangelizados, entendernos, convivir.
Así, podemos decir que todos los sacramentos y de manera especial la Eucaristía nos ayuda a vencer toda forma de “incomunicabilidad”, haciéndonos experimentar la más maravillosa comunión/comunicación con Dios y también con los hermanos, con tal de que nosotros, receptores y concelebrantes de los sacramentos, nos dejemos “tocar” por el Señor Jesús, nuestro Maestro y Señor, presente personal y sustancialmente en el Misterio eucarístico.
Forma parte y deber de la profesionalidad de un comunicador, y más de un apóstol de la comunicación, no sólo el documentarse sobre el contenido que debe transmitir, sino también, en cuanto posible, informarse del grado de conocimiento, de la situación de las personas con las que nos comunicamos, para que haya por lo menos una buena o mínima posibilidad real de encuentro, de diálogo, de relación interpersonal, desde donde sea más fácil caminar juntos, evangelizar y ser evangelizados, entendernos, convivir.
Así, podemos decir que todos los sacramentos y de manera especial la Eucaristía nos ayuda a vencer toda forma de “incomunicabilidad”, haciéndonos experimentar la más maravillosa comunión/comunicación con Dios y también con los hermanos, con tal de que nosotros, receptores y concelebrantes de los sacramentos, nos dejemos “tocar” por el Señor Jesús, nuestro Maestro y Señor, presente personal y sustancialmente en el Misterio eucarístico.
Jesús Hombre de diálogo
Jesús era un hombre de diálogo. No importa el tiempo. Él se encontraba con el prójimo y utilizaba el tiempo necesario para dialogar. Cuando leemos los evangelios descubrimos encuentros muy importantes en los cuales Jesús mantenía un diálogo tranquilo, sereno, de una gran escucha y al mismo tiempo de una seguridad en su doctrina y en su mensaje.Una correcta selección de los canales de comunicación es otra de sus características (Aguirre). No sólo es la correcta selección de sus palabras, de sus gestos y de sus actos; él sabía seleccionar los espacios para comunicar su mensaje. Su primera predicación la realiza en la sinagoga (Lc 4, 16-30); y seguiría predicando desde lugares en los cuales podía ser escuchado, incluyendo otros territorios: “También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios” (Lc 4, 43).La Buena Nueva la enseñó utilizando paralelamente otros signos del Reino de los Cielos, los milagros. Otra forma de comunicar el mensaje que avalaba su predicación. En especial la enseñanza correspondiente a la fe, condición necesaria para alcanzar la sanación: “¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado” (Mt 9,22). Jesús es ejemplo de su palabra y quienes están a su alrededor lo conocen por su predicación, sus obras y su testimonio.En definitiva la misión que Jesús encomienda a sus discípulos es comunicar: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,19-20). Pero la comunicación de Jesús es un signo de comunión porque además de transmitir la Buena Noticia con sentimiento, con verdad, con sabiduría, “se entrega Él mismo como Palabra viva”
JESÚS MAESTRO, COMUNICADOR, EXPERTO EN COMUNICACIÓN
Jesús utilizó un lenguaje directo, apropiado, cargado de una simbología propia de la cotidianidad en la cual creció y vivió; un código acorde con el público al cual dirige su mensaje. Son las parábolas ejemplo de ésta facilidad que tenía para adaptar su lenguaje sin perder la esencia de su mensaje. Jesús vivió todas las costumbres y actividades de su época, enseñanzas recibidas de sus padres, y en especial su madre, quienes lo instruyeron en la realidad de su contexto histórico. La utilización de las metáforas para sus parábolas surgen de la realidad cotidiana de su época (Willam, 1994). Un mensaje de una gran sencillez; pero a la vez de una gran profundidad doctrinal. Un mensaje que está dirigido al corazón y a la mente de los hombres de su época y que trasciende al hombre de hoy.Otro aspecto es el carácter preferencial por los marginados. Es el público por excelencia de su mensaje. Era escuchado por una gran diversidad de personas; pero su intención apuntaba a públicos muy concretos: “Bienaventurados los pobres de espíritu... los mansos... los que lloran... los que tienen hambre y sed de justicia... los misericordiosos... los limpios de corazón... los que trabajan por la paz... los perseguidos por causa de la justicia... Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa” (Mt, 5, 3-11)Su cercanía y actitud con las personas es otro componente que debemos destacar. Jesús sabe escuchar, observar, contemplar y penetrar en lo profundo de los corazones. Escuchó a todas las personas que se le acercaban: a los discípulos, a sus amigos, a los niños, a los soldados, a los cobradores de impuestos, a las prostitutas, a los enfermos, a los que ostentaban el poder político, a los que representaban el poder religioso, al ladrón, en definitiva todo aquel que tuvo un contacto con Jesús encontró un solo mensaje, pero con palabras acordes a su entendimiento y a la voluntad de su mente y alma.
jueves, 14 de febrero de 2008
JESUS EL COMUNICADOR MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS
Jesús un comunicador a tiempo completo
Hace dos mil años un humilde hijo de carpintero logró que el mundo acogiera una nueva idea sin recurrir a los medios comunicación de masas. Pero utilizando un programa bien articulado de propagación informativa o relaciones públicas cambió la historia de la humanidad.
El Vicepresidente de Comunicaciones convoca a los ejecutivos de su departamento y les informa que deben lanzar una gran campaña cuya meta es llevar una idea a todos los confines del mundo y que perdure eternamente, pero sin utilizar la televisión, radio, prensa o internet, ya que todos ellos no existen y serán inventados dentro de dos mil años.
Esto fue el gran reto que encontró ante si Jesucristo de Nazaret hace ya más de veinte siglos cuando su Padre Celestial le encomendó venir al planeta Tierra y propagar la palabra divina.
Siempre me ha sorprendido que en las universidades que enseñan la difícil disciplina de Relaciones Públicas obvian de sus curriculums la gesta emprendida por este hijo de un pobre carpintero de Judea y que transformó la historia del mundo por varios siglos.
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